lunes, 27 de julio de 2009
BROCK LESNAR
BROCK LESNAR
DUEÑO DEL BALÓN
Luis Fernando Briceño Zuloaga
Nadie, estoy seguro que nadie en este momento tiene más atención dentro del mundo de las Artes Marciales Mixtas que el reciente campeón indiscutible de los pesos pesados; Brock Lesnar. Es impresionante, el primer hombre de ese tamaño que tiene la suficiente calidad para salir adelante de los compromisos que se le presentan en este deporte. Antes de él, ya hubo otros que nos dejaron con la boca abierta mientras paseaban su humanidad por las áreas de combate, pero ninguno había logrado lo que Lesnar ha hecho hasta hoy.
Este gigante de pelo rubio en muy poco tiempo escaló la cima de la montaña, se convirtió en campeón de UFC apenas en su quinta pelea, hizo que todos los ojos de fanáticos y no fanáticos se dieran cuenta de su presencia, se volvió el macho alfa del negocio, el rival a vencer, incluso logró opacar en atención a Fedor Emilianenko, pero ¿Por qué? Es muy cierto que Brock Lesnar tiene una competitividad que irradia en sus ojos y va más allá del deporte, es uno de esos tipos que solo piensa en ser el mejor, y para ello es capaz de cualquier cosa, busca la victoria sobre el oponente no solo físicamente, sino psicológicamente también.
Su historia como luchador amateur nos señala a un joven lleno de éxitos, alguien que hizo del triunfo una costumbre, una forma de vida, y que lo preparó para su futuro inmediato: La Lucha Libre profesional. Debutó en WWE en el año del 2002 teniendo como su manager a Paul Heyman, un verdadero genio en el deporte espectáculo. Fue Heyman quien se encargó de pulir esa personalidad algo irritante, tan encantadora para algunos y molesta para otros, y quien también le dio el apodo de “Next Big Thing”. Con apenas unos meses de haber aparecido en la empresa más importante del mundo del Catch, a los 25 años Lesnar se convirtió en el campeón más joven de la historia; alcanzó la gloria, se formó una imagen, estaba en las estrellas, era una de ellas.
Solo fueron dos años dentro de la WWE y Brock sorpresivamente dijo Adiós, y para no variar, de una forma poco caballerosa, comenzó a atacar a aquellos que le habían dado de comer, renegó contra el deporte que lo había puesto en el candelero, habló de su infelicidad, de los viajes largos, de los vicios, del hartazgo y lo difícil que había sido para él la vida de luchador profesional. La NFL fue su próximo objetivo, en aquellos tiempos la nombró su verdadera pasión, sorprendía a los aficionados a la Lucha Libre esa inesperada decisión; sus declaraciones, pero Lensar declinó después de algunos entrenamientos con un equipo de Foot Ball Americano profesional.
Como preámbulo a su entrada a las Artes Marciales Mixtas, volvió a la Lucha Libre, pero esta vez en Japón, en New Japan Pro Wrestling se convirtió en el campeón, pero no logró el arrastre de las masas que había conseguido en el país de las barras y las estrellas. Sin duda Lesnar necesitaba de un genio creativo que pudiera encaminar toda esa furia competitiva hacia verdaderas ganancias económicas. Brock Lesnar dio el esperado salto a las AMM el 2 de junio del 2007, enfrentando o más bien golpeando a Min Soo Kim, coreano que simplemente subió a prestar su cuerpo para una victoria sumamente fácil del americano, durante el evento K-1 Heroe´s – Dynamite USA.
LESNAR EN LA UFC.
Con una carrera corta, pero lo bastante polémica para no pasar desapercibida, el otrora campeón de dos de los cinturones más importantes dentro de los deportes de contacto arribaba a la UFC, encontrándose ahí a la única persona con un ego tan grande como el de él; Dana White. El contrincante que le daba la bienvenida era ni más ni menos que Frank Mir, peleador peligroso, pero que nunca estuvo entre los líderes de su división a nivel mundial, pues aunque llegó a ser campeón de ésta empresa, debemos recordar que en aquellos tiempos la Ultimate Fighting Championship no era ni por mucho la promoción más fuerte del negocio, aquella era la época de oro de PRIDE, repleta de verdaderos “gigantes sagrados” como Fedor, CroCop y Nogueira.
El combate no sólo terminó con una victoria para Mir, sino también para Dana, quien le dejó bien claro a Lesnar que todo su amor propio debía cuadrarse ante la presencia del jerarca de la cabeza rapada. Aún así y perdiendo, Brock mostró un estilo que a la gente llamó la atención. Su siguiente reto fue mucho más a modo: Heath Herring, ex peleador de PRIDE estancado ya en una mediocridad que le impidió buscar salir con la mano en alto, la pelea fue insípida, dos o tres golpes, empujones, y al final, la victoria para el ahora monarca de la UFC.
Sin más ni más, éste nuevo Goliat enfrentaría a Couture en una función de ganar o ganar para Dana White; Si Randy vencía, su enfrentamiento contra Fedor lograría una publicidad nunca antes vista, si Lesnar lograba la hazaña, se volvería un contendiente. El llamado “Capitán América” intentó por todos los medios el resultado positivo, luchó contra los golpes recibidos a través de los años, su edad y la enorme fuerza que se le venía encima, tomó la costa del retador, pero al intentar montar la espalda se dio cuenta que ésta era tan grande como la arrogancia del propio Brock. La “Siguiente Gran Cosa” demolió a Couture y se puso en los cuernos de la luna, lo demás, es historia que sigue escribiéndose.
Hace apenas unas semanas Brock Lesnar aplastó a Frank Mir en la revancha, sonaron las trompetas, ¡Un nuevo rey! ¡Es invencible! Lo odiamos, lo amamos ¡No importa! queremos verlo. ¿En verdad es real toda esta promoción que UFC le esta dando? Hay que recordar que para esta empresa no es difícil poner títulos como; el mejor kilo por kilo, o el mejor de mundo, sin considerar si quiera a aquellos que no trabajen para ellos. Hay que reconocerlo, Lesnar es un guerrero que ha ido mejorando, puede volverse un clásico, pero, de sus cinco peleas dos han sido a modo, una contra un veterano, y dos contra un mismo contendiente, con quien ya perdió y ya ganó. ¿Es invencible entonces? No lo sabemos, ha enfrentado a gente que ha querido pelearle cuerpo a cuerpo, tarea casi imposible frente a un luchador de Greco que pesa más de 120 kilos, ¿Qué pasará cuando enfrente a un golpeador? A uno real, a quien pueda patearlo, a quien sepa meterle bien las manos y esquive su lucha en vez de afrontarla, dicen por ahí que un globo no hace fiesta, y aunque hoy Brock Lesnar es el campeón, a mi parecer, le sigue faltando un buen camino para merecerlo.
Fotos: www.sherdog.com
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